viernes, 2 de agosto de 2013

Noble..



Después de esa tormenta eterna 
Ni una luz.. Ni del más lejano amanecer se asomaba
Y cubierta, envuelta en lágrimas otra vez
Otra nube gris 
Otra gran tristeza para este corazón
Que no aprende y no se cansa de juntar dolor

Simplemente un extraño…
Un desconocido
Un enigmático personaje

Que me devolvió el respiro al cuerpo
Volvió a centrar mi cabeza
A Acomodar mis recuerdos
Le dio fuerzas a mi espíritu

En menos de un segundo  
ese noble hombre sabio como el roble, desconocido
calmo el dolor de mi alma, comprendió el dolor de mi cuerpo en ese instante, contuvo mi pena 
Pude cerrar los ojos, calmar las aguas rebeldes, los temblores y  con repetir sus palabras una vez
Supe , que estaba en paz otra vez, que mi pena, mi angustia no era en vano... por ella.

Que éramos dos, distintos y lejanos, con ese dolor, con esa pena compartida en ese instante y como el fuego al renacer devora todo, como cuando la tierra se quiebra
 y el mar domina la costa

Tendríamos que ser igual de intensos, de fuertes...
en los momentos mas dificiles , inesperados
Arrebatadores, ladrones del dolor  ajeno
Cultivar en ese dolor una esperanza 
y crecer con ella.. para ayudarla.. 

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